Masticando sus palabras
se quedaron atragantadas
dagas envenenadas directas
y aún decía que me quería...
"odiáme tú que puedes"
dice el señor a la pequeña
niña triste, ¡qué cruel eres!
¡qué cruel fuiste!
¡qué mala fuiste!
¡cuánto daño le hiciste!
y dice que te quiere...
mientras escupe sobre tus sueños desparramados
y dice que no te odia...
y que dejes de amargarle la vida
¡qué cruel fuiste!
¿le negaste un orgasmo?
¡qué egoísta fuiste!¡oh, niña!
¿qué has hecho, pequeña?
¿qué le sigues haciendo?
su cama ya está llena
sus necesidades cubiertas
su boca llena de saliva
cabalgando por las noches
entre orgasmos y risas...
Buenos días estrellas
Buenas noches sol
lloro de alegría
río de tristeza
en silencio, en medio de la niebla
recojo los cristales rotos
corazón que late entre maleza
"odiáme tu que puedes"
dice el señor a la pequeña
y lo que no sabe
es que la pequeña nunca odió
la pequeña nunca comprendió
Ahora ya nada importa
todo ardió
Buenos días mis estrellas
Buenas noches mi sol
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