En los silencios de ultratumba
se va rompiendo el alma en mil añicos mudos
ya sin fuerzas para suspiros y susurros...
No hay horizonte para sueños rotos y esperanzas pérdidas...
No hay luz entre las tumbas de besos muertos, de miradas vacias...
Deshojo la margarita para saber si me quedo en este mundo absurdo
Sangro lágrimas mudas, se ahogó la voz que pedía ayuda
Me hago pequeñita para que cuando marche nadie note mi partida
Hasta mañana, hasta siempre, despedida infinita
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